martes, 25 de mayo de 2010

¡Que paguen los ricos!

El último globo sonda que ha lanzado Zapatero para calmar a su electorado de izquierdas (un poco alborotado últimamente debido a la última subida de impuestos) ha consistido en hacerles creer que va a castigar severamente a los ricos. Para ser exactos, nuestro presidente ha dicho que subirá impuestos a los que ”realmente tienen”, como si hubiera alguien que teniendo no tuviera realmente. Pero la cruel realidad es que pagaremos los mismos para mantener a los de siempre. Habría que preguntarse quienes son, para Zapatero, esos que “realmente tienen”. ¿Sindicatos desvergonzados? ¿Faranduleros chupópteros? ¿Políticos con sus correspondientes SICAVs? ¿ONGs progres subvencionadas? Porque el problema, señores de la izquierda, no es Amancio Ortega, ni Bill Gates, ni George Soros. El verdadero problema es una casta dedicada a sacarnos las entrañas a los españoles para vivir como auténticos rajás. Una casta politiquera, farandulera y sindicalera que se dedica a vivir de nuestro trabajo, que nos endeuda si piedad y nos hace pagar sus errores a impuestazo limpio. Decía Zapatero hace unos meses en una de sus inolvidables intervenciones que en el mundo había demasiados ricos. Yo creo que lo que hay es demasiado sinvergüenza dedicado a vivir de los demás.


domingo, 16 de mayo de 2010

Cariñosa despedida


Nada importa si el juez Baltasar Garzón ha sido suspendido por causas ajenas a su intención de juzgar los crímenes del franquismo. Nada importa que abandone, al fin, la Audiencia Nacional un juez que siempre ha utilizado la justicia para alimentar su ego desmedido. Nada importa que estemos hablando de un magistrado que no ha dudado en estar, según las circunstancias, contra el terrorismo de Estado y con el terrorismo de Estado, contra la ETA y con la ETA, contra las dictaduras de derechas y con las dictaduras de izquierdas, contra Franco post mórtem y con Carrillo pre mórtem, contra la ley cuando molesta y con la ley cuando conviene. Nada de esto importa si nos pasamos el rigor jurídico por el arco de triunfo y preferimos una justicia a la carta. Ése es el tipo de justicia que les pone a los progres, esa rama snob de la izquierda más carca. Están hasta en la sopa. “Lo bueno abunda”, dirán ellos, para contratar. Y tanto abunda que merodean, por ejemplo, por la Audiencia Nacional. Muestra de ello ha sido el espectáculo a modo de homenaje que han dado a su estimado Garzón. Los fieles ayudantes del ególatra juez decidieron montar una de esas escenas típicas de las películas americanas y que traducida al español se queda en el episodio cutre que en realidad fue. Su visión positiva, esa que llaman “progresista”, les hizo aplaudir a su estimado juez desde las escaleras de la puerta de la Audiencia Nacional cuando él la abandonaba. Curiosa escena, ya que ese tipo de homenajes se le suelen hacer a vencedores pero nunca a vencidos. La mirada progresista hace ver cosas imperceptibles para un ser humano mundano. Emotiva escena que ha acaparado los telediarios. Progresista y solidaria. Sí señor. Pero, por fortuna, la justicia española no es Garzón. Existen cientos de jueces y funcionarios anónimos, meticulosos y rigurosos en su trabajo, alérgicos a la fama. Magistrados que cumplen la ley, tal y como está escrita y aprobada en un parlamento democrático, sin inventarla ni violarla por una causa que se considere superior. De modo que, más jueces y menos héroes.


jueves, 13 de mayo de 2010

Elecciones anticipadas

Ayer, todos aquellos españoles que nos preocupa nuestro país y sufrimos al ver como es conducido al pozo más profundo por un insensato, quedamos desolados al ser testigos del espectáculo lamentable que tuvo lugar en el Congreso de los Diputados. Pudimos ver a un Gobierno hundido ante una realidad que él mismo ha provocado haciendo uso de su incompetencia, su sectarismo y su soberbia. Ahora ya no hay marcha atrás. Zapatero, obligado por Alemania y Francia, ha tenido que tomar la medida que le lleva pidiendo la oposición desde hace dos años, recortar el gasto. Como no podía ser otra forma, se ha decidido por el recorte social.

España se dirige hacia el abismo desde que Zapatero ganara aquellas bochornosas elecciones de 2004, pero especialmente desde hace dos años, cuando, a pesar de que todo apuntaba hacia una crisis económica gravísima a nivel mundial, se negó en rotundo a tomar las medidas necesarias para hacerle frente, condenando a España a la quiebra.

Zapatero debería tener un mínimo de compasión, no ya por una nación a la que considera concepto discutido y discutible, sino por unos ciudadanos que pagarán cara la incompetencia de su presidente porque la mayoría decidió un día votar socialista. Zapatero debe dimitir porque él es el problema. Debe convocar urgentemente elecciones generales anticipadas. Por el bien de España y de los españoles.


domingo, 2 de mayo de 2010

Justicia lingüística en el Senado

Después de mucho tiempo pasando por delante del Senado y preguntándome acerca de su utilidad, he podido comprobar que no nos mienten cuando nos dicen que ahí está representado el pueblo español y que es donde se defienden sus intereses. Incrédula yo, que por tanto tiempo lo puse en duda. Mi descubrimiento se lo debo a esa gran dama del PSOE llamada Leire Pajín, pues si no fuera por ella y su valentía, ese gran deseo de todos los españoles de que en el Senado se pueda debatir en las lenguas cooficiales no podría haber sido nunca cumplido.

Si sale adelante la necesaria y urgente reforma del reglamento actual por el cual se rige el Senado, obligando a los miembros debatir en la lengua española, la Cámara podrá convertirse, de una vez por todas, en nuestra pequeña ONU, o sea, en un lugar donde debatirán miembros de distintas naciones. Por supuesto, cosa totalmente necesaria al encontramos en una única nación, España, en la que todos los senadores conocen la misma lengua, la española. Merece, pues, la pena hacer ese esfuerzo económico de un millón de euros con tal de resolver el gran problema que llevamos arrastrando los españoles desde hace casi cuarenta años. Ha tenido que producirse el advenimiento de esa monstrua de la política española para poner remedio a esta necesidad imperiosa. Gracias a Leire Pajín y al partido político que representa, los españoles seremos más felices al poder ver a nuestros senadores libres de esa cruel norma que les obligaba a debatir en la lengua oficial del Estado al que representan. Si la reforma es aprobada, nuestros políticos tendrán libertad para despotricar en la lengua de su terruño de origen, marginando y vengándose de esa lengua opresora que se les ha impuesto desde tiempo inmemorial.