jueves, 19 de agosto de 2010

La moral no va con la izquierda

Diariamente suceden episodios que nos llevan a hacer reflexiones con el fin de comprender un poco mejor este mundo en el que vivimos. Algunos de estos episodios no hacen sino afianzar ideas que hemos ido forjando a lo largo del tiempo. Otros, en cambio, abren nuevos debates personales. El hecho de que Obama apoye el proyecto de construcción de un centro cultural musulmán, con mezquita incluida, a dos manzanas de la Zona Cero, es uno de esos episodios que confirman mis creencias políticas, y es que la izquierda está totalmente desligada de la moral.

Nadie duda acerca de la legalidad que permite a los musulmanes construir una mezquita en Manhattan. De hecho, antes de los atentados del 11 S había más de un centenar en el barrio neoyorkino y han seguido existiendo sin que ello haya creado conflicto alguno. Pero no todo se rige por la legalidad y, por tanto, la pregunta que surge es la siguiente: ¿es moral construir una mezquita en el lugar que ocuparon las Torres Gemelas de Nueva York? ¿Es ético despreciar a las casi tres mil personas que perecieron aquel 11 de Septiembre de 2001 por el simple hecho de ser americanos y ciudadanos libres? Todos ellos murieron a manos de terroristas que ahora pretenden construir un centro dedicado a expandir por el mundo su cultura antiliberal. Porque no nos engañemos, mientras que la izquierda se empeña en buscar islamistas moderados como quien se lanza a la búsqueda del gamusino, todos sabemos que no existe musulmán amigo de la libertad ni respetador de religión diferente a la suya.

Las víctimas del terrorismo ni perdonan ni olvidan. No las olvidemos nosotros y no perdonemos a sus verdugos. Peligroso es que existan civilizaciones que quieran destruir la nuestra, pero más peligroso es aún que haya individuos que defiendan a los enemigos de su propia cultura.




miércoles, 4 de agosto de 2010

La educación pública, otra rueda de molino

¿Por qué se empeñan en llamar conquista social a negar a los padres el derecho a elegir la educación de sus hijos? Conseguir que los ciudadanos pasemos por el aro de la educación pública es otro de los logros conseguidos por la clase política a través de la mastodóntica burocracia a la que nos someten. Han sido capaces de robarnos sin que nos duela.

Cuando alguien contrata un servicio, ha tenido previamente la libertad de elegir. Después, tiene derecho a exigir lo que ha pagado, incluso a no pagar si no recibe el servicio esperado. Con el sistema de la educación pública los ciudadanos estamos obligados a pagar, no tenemos derecho a exigir y si no quedamos satisfechos nadie nos devuelve el dinero.

Nos dicen que tenemos que estar muy agradecidos, ya que de otra forma los pobres no podrían ir a la escuela. Mentira y gorda. Si las familias no tuvieran que pagar enormes cantidades de impuestos, la renta de la que dispondrían sería mucho mayor. Cuantos menos impuestos, más dinero en los bolsillos de los ciudadanos y, por tanto, más libertad para emplearlo. De esta forma, las familias podrían decidir qué educación desean para sus hijos. En el caso de las familias con escasos recursos, el Estado podría financiarlas directamente sin necesidad de freírlas previamente a impuestos.

La realidad es que la mayoría de las familias llevarían a sus hijos a colegios privados si pudieran. Sólo hay que ver como muchos políticos educan a sus cachorros en colegios privados. Ellos no quieren la medicina que suministran a los demás. Es el caso de Miguel Ángel Moratinos, que ha elegido para sus retoños el prestigioso Liceo francés. O el de José Montilla, que lleva a sus hijas a un exclusivo colegio alemán en el que el español no está perseguido. Hablamos del tipo que, sin ningún escrúpulo, ha condenado a las familias catalanas que no pueden costear un colegio privado a que sus hijos no puedan estudiar en español, la lengua oficial del Estado.

Esto es lo que hay.