jueves, 8 de julio de 2010

Mi pulsera

Acostumbraba a llevar, orgullosa, una bandera española a modo de pulsera en la muñeca izquierda, junto al reloj. Muchos eran los que, al verla, me miraban de forma extraña. Era la mirada habitual del ignorante común. Esto me ocurría a mí antes de que la mayoría de los españoles enloqueciera con los triunfos de la Selección. Ahora, estos mismos han decidido disfrazarse de Manolo el del bombo. Se emocionan juntos, sufren juntos, gritan juntos, en definitiva, se sienten unidos cuando, en realidad, nunca han estado más separados. Y cuando todo el mundo decide colocar banderas españolas en los balcones, en las antenas de los coches y en los salpicaderos, mi pulsera desaparece de mi muñeca. Esta euforia, tan repentina como vacía, y este patriotismo de quita y pon pronto acabarán. Cuando termine el Mundial, derrotados o triunfantes, dejarán de utilizar nuestra bandera de forma tan obscena y volverá al fondo de un cajón. Sólo entonces, mi querida pulsera regresará a su lugar.


6 comentarios:

  1. Ya somos más de dos, que otros blogueros hemos adoptado la misma decisión.
    Este fervor no es patriótico, sino puro folclore u ganas de fiesta.
    El lunes por la mañana ya se habrá pasado la fiebre.
    Una pena, pero es la realidad.

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  2. Hola familia. A mí me está gustando ver tanta bandera como no creí nunca que me gustaría (no era muy de símbolos). Sea por er furbo o sea por er teni, es un agradable cambio, temporal supongo.

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  3. La duración de la fiebre será larga o corta dependiendo de quien salga triunfante el domingo. Es normal que la gente busque excusas para salir de juerga y no deja de parecerme curioso.
    Un saludo a los dos y gracias por vuestros comentarios.

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  4. Quizá acabe, pero como aún no lo ha hecho, podemos confiar en que la resaca deje algo que antes no había. Tengamos esperanza.
    A ver.

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  5. Eltriunfo de la selección tiene una lectura política, que no creo que los políticos caigan en ella: la unión hace la fuerza, no el ir cada uno por un lado. Se trata de derribar fronteras, no instituir otras nuevas a capricho. Y así nos va.
    Saludos cordiales Eva

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  6. Ojalá el triunfo de la Selección deje algo bueno y no sea sólo pasajero, aunque en eso soy bastante pesimista.
    Los políticos saben muy bien que gobiernan en contra de la mayoría, pero ¿desde cuando piensan en los ciudadanos? ¿cada cuatro años cuando vienen a pedirnos el voto?
    Un saludo a los dos y gracias por vuestras opiniones.

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