domingo, 29 de noviembre de 2009

La moribunda España

Muy amenazado se ha tenido que sentir el separatismo catalán por el centralismo de “Madrit” para que sus dirigentes hayan sufrido un ataque de nervios ante la posible decisión del Tribunal Constitucional de echar por tierra su Estatut, y es que el rumor de una sentencia desfavorable al estatuto ha cobrado fuerza en los últimos días. Esa debe ser la razón por la que el Politburó catalán ha lanzado, a través de su cuarto poder subvencionado, presiones y amenazas dirigidas al Tribunal encargado de velar por el cumplimiento de nuestra Carta Magna del 78, lo cual deja en evidencia lo que nunca se han preocupado por ocultar, su desprecio por nuestro sistema democrático. Para Montilla, los jueces deben cumplir las órdenes del poder político, porque ya sabemos, para los defensores del totalitarismo eso de la separación de poderes suena a chino. En cuanto a su visión de la legalidad ya habló en su día Pablo Iglesias, el fundador del PSOE: “respetaremos la legalidad cuando convenga, y cuando no, no”.

También han dejado claro que en el caso de que la sentencia fuera contraria al engendro nacionalsocialista, no acatarán tal decisión, sino que procederán a pasársela por el arco del triunfo, me imagino que el que tienen en Barcelona en el Paseo de Luís Companys, personaje admirado por el presidente cordobés. Esto tiene su lógica. Si el principal artífice del atropello es el presidente del Gobierno, las garantías para que Cataluña respete la sentencia se reducen a cero. Es la consecuencia de tener un presidente dispuesto a poner en tela de juicio la nación española que representa con tal de mantener el favor de sus aliados separatistas.


Uno de los argumentos más utilizados y propagados por la prensa del movimiento nacionalsocialista catalán es el deber de respetar la decisión de la mayoría de los catalanes que avalaron el estatuto mediante referéndum. En primer lugar, no se puede hablar de mayoría cuando acudieron a las urnas tan sólo un 32% de la población catalana, y en segundo lugar, un estatuto que afecta a la totalidad de los españoles no puede ser sometido a votación únicamente en una parte de España. Incluso han llegado a decir que una sentencia desfavorable para el estatuto dañará la convivencia entre españoles cuando son ellos mismos los que atentan permanentemente contra la convivencia y la solidaridad de los españoles. Como diría Trillo, “manda güevos”.

Para más inri, contamos con una oposición muda, manca, ciega, inútil en definitiva, con un Rajoy que ni siquiera ha tenido valor para criticar este atropello a España. Y hablamos del mismo que presentó un recurso ante el Tribunal Constitucional respaldado por cuatro millones de firmas. Pero eran tiempos en los que el PP era aún oposición y no había traicionado a los diez millones de personas que le dimos nuestro voto. Ahora la realidad es otra, y Rajoy se ha convertido, como bien ha señalado ya Federico Jiménez Losantos, en el cómplice necesario para perpetrar la aniquilación de España. El Rey por su parte, más dado a su ocio y preocupado por la continuidad de la corona en España a cualquier precio, ni siquiera se ha dignado a pronunciarse ante este ataque frontal a la Constitución que un día firmó como Jefe de un Estado que hoy está en descomposición.

Esa bomba de relojería que se ha ido fabricando en Cataluña desde hace al menos treinta años, a base de socialismo y nacionalismo, acabará por estallarnos en la cara. Mientras tanto, vemos con impotencia como una parte de nuestros dirigentes se encarga de aniquilar una nación, mientras que la otra no hace nada por impedirlo.


lunes, 23 de noviembre de 2009

Una verdad (muy) incómoda

Que en todas las profesiones hay sinvergüenzas es por todos bien sabido, y el ámbito científico no iba a ser menos. Muchos de los que un día eligieron una profesión encaminada a la investigación para favorecer a generaciones futuras son capaces de cambiar sus objetivos si se cruzan en el camino oscuros intereses. Hoy veía la luz una información que pone en evidencia a todos esos profesionales del progresismo que llevan demasiado tiempo defendiendo la teoría sobre el cambio climático y cobrando a cambio subvenciones millonarias.

Un hacker ha accedido a los correos electrónicos de unos científicos pertenecientes a uno de los centros de investigación más interesados en demostrar la acción exterminadora que ejerce el hombre sobre la Tierra y que nos está llevando a un calentamiento global. La correspondencia no ha podido ser más reveladora: falsificación de datos, ocultación de pruebas, incluso conspiraciones contra científicos escépticos que no comulgan con la causa calentóloga. Todo vale con tal de mantener a flote todo un tinglado de mentiras que, sin duda, proporcionan grandes beneficios. Ahora sí que Al Gore se va a encontrar con Una Verdad Incómoda.

Hace demasiados años que la idea del calentamiento global comenzó a calar en la sociedad y gobiernos de todo el mundo decidieron destinar grandes sumas de dinero público a la subvención de organismos dedicados a la investigación del tema. Se aceptó una teoría que carecía del consenso de la comunidad científica, muchos eran los que discrepaban acerca de la autenticidad de los estudios. Tal vez no interesaba investigar, se trataba de una mentira muy rentable, tanto para los científicos, que vieron su gallina de los huevos de oro, como para los políticos, que encontraron en la causa un discurso fácil con el que ganar votos a mansalva. Ahora, cuando parece que todo este montaje se viene abajo, ¿asumirá alguien responsabilidades?

Teniendo frescas en la memoria noticias acerca de los montajes fotográficos de Greenpeace, no puedo evitar recordar aquellas declaraciones de miembros de la ONG recién ocurrida la desgracia del Prestige. Afirmaban sin ningún pudor que especies enteras desaparecerían y que tardaríamos décadas en recuperar los hermosos paisajes de la costa gallega. Al año siguiente ya estábamos comiendo percebes sin rastro de chapapote. Pero entonces todo valía por la causa, y como ahora, el fin (la subvención) justifica los medios (los engaños).

Ya han calificado a este fraude como el Watergate climático. Ojalá tenga la repercusión mediática que en su día tuvo aquel escándalo que hizo dimitir al mismísimo Nixon. Por si las moscas, alguno ya estará preparando su discurso. Los legionarios del progresismo ya se sabe cómo se las gastan, siempre actúan con la mejor intención, y su actuación, casualmente, siempre les lleva a llenarse los bolsillos, pero no en el mercado libre, sino a costa del contribuyente. Que los políticos mientan es el pan de cada día, pero que haya científicos amorales capaces de renunciar a cualquier cosa para ponerse a disposición de intereses particulares y causas políticas causa verdadera indignación.


jueves, 19 de noviembre de 2009

Alakranas y calamidades

Después de más de un mes de aventura pirata en aguas del Índico, la cosa ha acabado como nos podíamos imaginar, un país cediendo a las exigencias de unos delincuentes. Y es que en esta clase de negociaciones al Ejecutivo le sobra experiencia. Hemos tenido que ver la inactividad de Chacón, el capricho de Maritere de hacer desfilar a un par de piratas por la Audiencia Nacional, que si la muela dice que es menor, que si ahora mayor, que no, que sí, que si las familias de los pescadores aparecen en los medios haciendo críticas al Gobierno, luego se vuelven mudas en cuanto hablan con ZP, que si nos hacen otra demostración de que Moratinos ni pincha ni corta, en fin, todo un espectáculo dramático.

Afortunadamente, en esta ocasión, la incompetencia del Gobierno no ha costado vidas humanas. Sin embargo, Zapatero no podía dejar pasar la ocasión de hacer quedar a España una vez más como lo que es desde que él es presidente, un cero a la izquierda. Porque, al fin y al cabo, ¿qué significa para el Gobierno la dignidad nacional, la integridad de nuestro Estado de Derecho y la respetabilidad de nuestras instituciones? Esta claro que nada. Si a todo esto añadimos la opacidad informativa con la que ZP ha “gestionado” el secuestro del atunero, el grado de desvergüenza supera cualquier límite. Ni una explicación acerca de los 2,7 millones de euros entregados sin condiciones a una pandilla de piratas somalíes. Eso sí, no debemos hablar del tema, porque, como muy bien a dicho nuestro presidente, “El Gobierno ha hecho lo que tenía que hacer”. Hoy ya comenzábamos a enterarnos del uso que está dando esta gentuza a nuestra limosna: bodas, orgías, drogas, prostitutas, etc. Vamos lo normal. Paga España. Ahora, y como chupinazo final fin de fiesta, nos dicen que hay que alegrarse porque el objetivo era que todos los marineros llegaran a casa en buenas condiciones. De la Vega ya se ha encargado en el Congreso de acusar de estar del lado de los piratas a cualquiera que critique la actuación del Gobierno. Muy bien señora vicepresidenta, si los que no nos creemos ni una palabra de lo que dicen y conocemos su mala fe somos complacientes con los piratas, usted me dirá lo que son ustedes, que siempre se han encargado de financiar a gentuza y negociar con todo tipo de calaña. La indignidad, indecencia y desvergüenza de los miembros del Gobierno no conoce límites.


domingo, 15 de noviembre de 2009

El engaño de la televisión pública

Es tradición en España que TVE se encuentre a la cabeza de los canales de televisión con mayor audiencia, sobre todo en la franja informativa. Parece como si una fuerza sobrenatural se apoderara del hombre español cuando se dispone a encender la televisión, y llevara su dedo, irremediablemente, a posarse sobre el número uno del mando a distancia. Si bien es cierto que parece estar muy extendida la idea de que el medio público está controlado por el partido en el poder, también lo es el alto grado de conformismo que se da a la hora de seleccionar lo que se quiere consumir. Una minoría es la que aún piensa que los medios públicos son plurales y neutrales, ajenos a cualquier ideología, sin embargo, se pasa por alto el intervencionismo estatal, tan incompatible con la auténtica democracia.

Si esta situación se encuadra en una sociedad que aún no es totalmente consciente de que el dinero de sus impuestos es suyo, y que la clase política es la administradora y en ningún caso su dueña, no puede sorprender que se pase por alto este tema. No se pone en tela de juicio que los ciudadanos estemos injustamente obligados a financiar unos medios públicos, no así a verlos o a escucharlos, pero sí a pagarlos. A cambio de nuestra aportación recibimos una información sesgada y manipulada. Los informativos y programas de entretenimiento más influyentes se caracterizan por su pobreza y falsedad. Desde fuera, el consumidor distingue apenas, o nada, la operación siniestra.

Este tema ya lo trató en profundidad Jean-François Revel en su obra El conocimiento inútil, publicada en 1988, pero que seguirá estando de actualidad mientras vivamos en sociedades disfrazadas de demócratas. ¿Cómo podemos actuar hasta tal punto contra nuestro propio interés? Cualquier democracia necesita de la verdad para mantenerse a flote, de lo contrario viviremos, y de hecho vivimos, inmersos en una gran farsa.

Es curioso ver como los medios de comunicación competentes y honrados sean tan escasos tanto en su número como en número de oyentes, lectores o espectadores. Es como si la Verdad encontrara constantemente barreras que le impiden llegar al ciudadano. Vivimos en la era de la comunicación, en un momento donde la información nunca ha sido tan abundante y de tan fácil acceso, sin embargo, se tiene la sensación de que la gran fuerza que domina el mundo es la mentira.


miércoles, 11 de noviembre de 2009

Masturbaciones belloteras

Extremadura ha salido hoy a la palestra. Y no porque haya reducido su altísima tasa de desempleo ni porque su fracaso escolar haya menguado. Optimismo juvenil. El asunto es que la junta socialista bellotera ha tenido la ocurrencia de ilustrar a sus borreguillos acerca de los placeres del sexo en soledad. Se repartirán folletos informativos entre los adolescentes, aunque la mayoría de ellos llegará con retraso, para enseñarles las ya conocidas técnicas masturbadoras, como “darle a la zambomba” o “buscar a Nemo”. Parecer ser que los pequeños extremeños son los únicos que aterrizan en la edad del pavo sin haberse iniciado en las prácticas de la autocomplacencia.

Pero en mi opinión, estos boletines deberían ir destinados a los padres de las pobres criaturas, parados la mayoría, muertos de aburrimiento, y por lo tanto, con exceso de tiempo libre que dedicar al perfeccionamiento de estos menesteres, que podrán añadir como suplemento a su rutina diaria. Al estar empollando el librillo, podrían sacarles de las listas del paro con la excusa de estar haciendo un curso de formación, para después entregarles un diploma que los acredite como expertos en los placeres de la entrepierna, lo que podría abrirles la puerta (o puertas) a un mercado laboral muy selecto.

La cruel realidad es que una de las autonomías más perjudicadas por la crisis no tiene ningún reparo en gastar 14.000 euros de dinero público en asuntos tan banales como éste. Ya sabemos a donde van a parar los impuestos de los pobres extremeños, a Los Placeres de Lola, S.L., la empresa encargada de realizar los catecismos sexuales, titulados “El placer está en tus manos”. Tiene guasa. Nuestro dinero es el que está en sus manos, para que decidan derrocharlo en estupideces que recuerdan a los posavasos de Bibiana para acabar con la prostitución.

Pero vivimos en la España de Zapatero, la España sociata, experta en derroche y en vaciarnos el bolsillo a los contribuyentes, que para eso estamos, para pagar impuestos.


domingo, 8 de noviembre de 2009

Chacón, la pacifista

En su día fueron muchos los que recibieron con enorme agrado el nombramiento de Carmen Chacón como ministra de Defensa. Se trataba de la primera mujer de la democracia española que iba a asumir dicho cargo. Además, la catalana se encontraba en estado de buena esperanza y, como guinda del pastel, era una declarada pacifista. Para un gobierno que vive de la imagen, la decisión fue muy astuta. Había que quedar bien ante el electorado fiel. En cambio, para otra parte de los españoles, calificados en su día por la progresía como “carcas”, la decisión no fue tan bien vista. Y es que Carma podría desempeñar sus funciones bien o mal, pero siempre con independencia de banalidades tales como su sexo. El caso es que el capricho de Zapatero, teniendo en cuenta los conocimientos militares de Chacón, nos está costando muy caro, como todo lo que tiene que ver con su política antiespañola.

La desgracia de tener una calamidad de ministra nos lleva pasando factura desde el comienzo de su mandato. Esa factura es cada día más elevada, y es que el caso del Alakrana podría costar la vida de inocentes. Los tripulantes secuestrados por los piratas somalíes llevan más de un mes de cautiverio y sus familiares se desesperan ante la pasividad de un ejecutivo que les ignora y les miente. Al presidente, que prefiere morir antes que matar, la situación le está superando. Ahora no toca vivir de la imagen, ahora hay que actuar y emplear la fuerza si es necesario, sin miramientos y sin eslóganes políticos.

La incompetencia de Chacón y Zapatero ya es todo un hecho y su intención de anteponer sus ideas a salvar vidas humanas está quedando al descubierto. Prefieren no utilizar la fuerza con tal de que no se venga abajo la campaña de imagen y pasar este mal trago implicándose lo menos posible. No ha faltado la colaboración de Garzón para dar la impresión de que se está haciendo algo y abrir los telediarios estafando a la opinión a la pública.

La determinación que debe tomar el Gobierno es aniquilar a los piratas o llegar a pagar el rescate para después capturarlos y darles el castigo correspondiente, siempre con el fin de que tal acción no vuelva a repetirse. Así lo hizo Francia, dando ejemplo de nación poderosa y temible. Lamentablemente, España está muy lejos de recuperar ese estatus. La cruel realidad es que unos piratas son capaces de poner en jaque a todo un Gobierno que permanece impasible mientras vidas humanas corren grave peligro. Esperemos que la situación se resuelva sin que ello se lleve por delante a inocentes que han tenido la desgracia de tener unos gobernantes detestables.


domingo, 1 de noviembre de 2009

Credo político

Debido al hecho hiriente que supone para alguien liberal tener que escuchar, casi a diario, sandeces provenientes de víctimas de propaganda socialista, he decidido escribir estas líneas. La basura sociata ha calado tan profundamente en el pensamiento popular que ya es habitual oír que ser de derechas es de insolidarios, avariciosos, trogloditas, señoritos, materialistas, y demás tipos de falacias vertidas por la izquierda a lo largo de la historia, y es que como propagandista no hay quien la gane. Por todo esto, me apetece exponer hoy mi particular credo político:

1. Creo que la libertad es un derecho básico de la persona y nadie está autorizado a arrebatárnosla. Rechazo los gobiernos totalitarios que se consideran los únicos legítimos para gobernar y que, convencidos de su superioridad moral, trituran sin piedad nuestras mentes y libertades.

2. Creo que el individuo está por encima del Estado, y por ello, el último debe servir al primero, nunca a la inversa. El Estado tiene que tener su poder justo y necesario, velando en todo momento por la seguridad y el bienestar de sus ciudadanos. La clase dirigente no es quién para decirme cómo debo actuar, pensar o hablar.

3. Creo en la separación de poderes. No hay mayor cáncer para una sociedad democrática que sea gobernada por un poder ejecutivo que tenga sometidos a los otros dos poderes, el legislativo y el judicial.

4. Creo en la propiedad privada. Cada persona debe disponer del fruto de su trabajo porque le pertenece. Yo sé mejor que nadie cómo emplear mi dinero y no un burócrata que me atiborra a impuestos quitándome lo que es mío (porque sí señores, el dinero de nuestros impuestos es nuestro) para después emplearlo según sus intereses.

5. Creo en la empresa privada como impulsora de riqueza y prosperidad, así como en la figura del empresario como el único capaz de crear empleo, activando así la economía y permitiendo a las clases sociales más desfavorecidas disfrutar de un buen nivel de vida.

6. Creo que es un tremendo error crear seres dependientes del Estado para que un partido político se perpetúe en el poder. Estos seres van desde los subsidiados, hasta los grupos de presión que ejercen como tales a cambio de subvenciones que pagamos todos con nuestros impuestos, véase sindicatos, determinados medios de comunicación o gente de la farándula.

7. Creo en la idea de justicia. No hay mayor justicia que dar a cada uno lo suyo, y no robarle uno para dárselo al otro. En España tenemos el ejemplo lamentable del asalto a RUMASA bajo el grito “¡to pa el pueblo!”, donde se robó al puro estilo estalinista a un notable empresario el trabajo de toda su vida.

8. Creo en el esfuerzo, en el sacrificio y en la inteligencia, no en el sistema igualitarista que tanto daño está haciendo a la sociedad y a la educación española.

9. Creo en el derecho a la vida. Se debe proteger la vida humana siempre, y aún más cuando se trata de un ser indefenso que ni siquiera ha llegado a nacer.

10. Y, por supuesto, NO creo en una máquina de triturar llamada socialismo, enemiga de las ideas anteriormente citadas, que ha tenido gobiernos intervencionistas hasta el tuétano, llevándose por delante la vida de más de 100 millones de personas y dejando la ruina por dónde ha pasado, así como ejemplos de lo que nunca se debe hacer: la RDA, la Unión Soviética de Stalin, la Cuba de Fidel, la China de Mao o el nacional socialismo de Hitler.