domingo, 28 de febrero de 2010

Orlando Zapata Tamayo

Esta semana asesinaron a un valiente, a un hombre que defendía la libertad y no se doblegaba ante la tiranía. Orlando Zapata Tamayo murió luchando contra el régimen de los hermanos Castro, contra una dictadura atroz con una lista de crímenes que ya supera los diecisiete mil. Ha muerto ignorado por países democráticos, como el nuestro, convertidos en cómplices de las más asquerosas dictaduras. Por todo ello, esta semana volvía a quedar de manifiesto la benevolencia del Gobierno español con el régimen de los Castro. Para la izquierda, la dictadura castrista mantiene vivo ese icono que tanto le pone al progrerío, ese resquicio del comunismo que tanto miman y añoran. La izquierda en estado puro. La hipocresía de la que tanto hacen gala, haciendo en Europa como que defienden los derechos humanos y mirando para otro lado cuando quien los viola es uno de los suyos.

¿Qué ha significado para Zapatero el asesinato de Orlando? Simplemente un “lamentable acontecimiento” a dicho Moratinos. Hasta qué punto llega la mezquindad humana para llamar acontecimiento a un asesinato en toda regla. No olvidemos que Zapatero llamó accidentes a los asesinatos de ETA. ¿Qué hace un defensor de la dictadura castrista presidiendo la UE y acudiendo a un foro de Naciones Unidas en defensa de los derechos humanos cuando no ha movido ni un solo dedo para ayudar a este hombre que llevaba 85 días en huelga de hambre? No puede dar más asco.

Por cierto, después de este asesinato, ¿seguirá toda la tropa progre culpando a Estados Unidos de todos los males de Cuba? Seguramente sí. Esta gentuza sólo se acuerdan de la isla cuando necesitan volar a aquellas tierras para ponerse hasta las cejas de droga y acostarse con adolescentes que no tienen más remedio que soportar su fétido aliento para tener algo con lo que alimentarse ese día.


No hay comentarios:

Publicar un comentario