jueves, 3 de diciembre de 2009

Un forofo en Estoril

El domingo pasado se inauguraba la Cumbre Iberoamericana. Tocó en Estoril, lugar muy familiar para nuestro jefe del Estado. Esta vez no pudo encontrarse con el gorila venezolano para recordar numeritos pasados. Tampoco acudió Fidel, para disgusto de nuestro presidente. Las ocho de la tarde era la hora prevista para el comienzo del acto y, respetando esos quince minutos de cortesía aún tratándose de gente que viaja cortando el tráfico allí por donde pasa, todas las delegaciones de los países participantes se fueron acomodando. Todas menos la española. A las 8.15 cuando todo estaba dispuesto para dar comienzo a la reunión, los allí presentes se percataron de que el rey de España estaba sólo, sin la compañía del presidente del gobierno. Al parecer la cara de Juan Carlos era un poema, echaba humo. Mientras tanto nuestro ZP se encontraba eufórico viendo el partido Barcelona - Real Madrid y dio orden a su séquito de no mover ni un dedo hasta que el árbitro pitara el final del encuentro. Zapatero no dudó en prescindir de las obligaciones que su cargo exige y tuvo el descaro y la mala educación de acudir a las 8.45, con el partido ya terminado. Lógicamente, a los asistentes no les sentó nada bien aquel desplante y la única cara de satisfacción en aquella mesa debió ser la de ZP. Su equipo ganó, aunque por la mínima y no como a él le hubiera gustado. Desconozco si esa noche acabó celebrando la victoria culé como Laporta. Ganas no le faltarían. Estilo tampoco.

1 comentario:

  1. ¡Qué individuo!
    Eva, escribeme al gmail, que no encuentro tu dirección por ningun lado de tu blog.
    Era para proponerte un tema que ya habrás podido seguir en mi blog. Quizás estés interesada.
    Saludos a Alberto, a ver si le llamo

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